La estrategia de aumentar los ingresos aumentando los impuestos fracasa.
Pese al aumento de la presión fiscal los ingresos públicos se han
estancado y Hacienda ha recaudado 9.000 millones menos de los que tenía
previsto.
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viernes, 11 de mayo de 2012
Las cuentas no cuadran. Hacienda recauda 9000 millones menos
SENCILLA DESCRIPCIÓN DE LO QUE PASA EN LA BANCA ESPAÑOLA
El crematorio de Bankia
Para
entender lo de Bankia, y de una parte sustancial del sector bancario español,
hay que ver la teleserie Crematorio,
con un espléndido Pepe Sancho como protagonista y emitida por Canal Plus y por
La Sexta. El grueso de los activos tóxicos que acumula la banca no son las
hipotecas de los particulares que no pagan. El grueso son los 320.000 millones
que tienen anotados en sus libros como activos inmobiliarios y que corresponden
a préstamos cuya garantía son solares pendientes de edificar, edificaciones
pendientes de acabar e inmuebles pendientes de vender. Ese es el cáncer del
sistema. Desde que empezó la crisis, los bancos se han negado a aceptar que
esos activos no valían el dinero que prestaron. Y han mantenido ese valor
artificial en los balances hasta hace prácticamente dos años y lo han retirado
a cuentagotas bajo presión de las autoridades europeas. ¿Por qué esos activos
no valen lo que está anotado y lo que los bancos prestaron? El negocio era el
siguiente, como explica la serie referenciada: un promotor inmobiliario pedía
un préstamo a un banco para comprar un solar a un pobre agricultor que lo
vendía a precio de suelo rústico. Cuando el banco lo tasaba, el comprador le
advertía que ese terreno valdría en breve mucho más porquesería recalificado
por las autoridades municipales y autonómicas como suelo edificable. De manera
que el banco le concedía una hipoteca por el precio de compra más un anticipo
de la futura plusvalía. Con esa pasta, el propietario del terreno hipotecado
pagaba el terreno y pagaba también la edificación que ponía en marcha junto a
un socio que pedía una hipoteca sobre los pisos de acuerdo con su futuro valor
en un mercado con precios que crecían al ritmo de un 10 % anual. Así un solar
tras otro hasta sumar 320.000 millones prestados en el momento de explotar la crisis
de las subprimes
en 2008, especialmente en la costa de Andalucía y de Levante (Cajasur, la CAM y
Bancaixa) y en las áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona (CajaMadrid y
Catalunya Caixa).
Políticamente,
el PP lo alentó y el PSOE lo consintió porque esa dinámica servía para
financiar a sus ayuntamientos y ganar elecciones y porque así Zapatero repartío
bienestar a cuenta de los impuestos recaudados por todo ese movimiento de
dinero que un día paró de golpe dejando en el paro a miles de jóvenes que trabajaban
a destajo en la construcción de los pisos. El drama no es solo que eso
ocurriera sino que hayamos estado cuatro años pensando que no era un problema y
culpando a Merkel de los recortes y de la falta de crédito. No había crédito
porque nuestros bancos eran insolventes y porque nadie les prestaba en el
mercado internacional sabedor de la porquería que escondían. Y sin crédito se
cerró el círculo prodigioso que alimentaba las arcas públicas. Ahí estamos.
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